Si visitáis O Porto y queréis visitar alguna de sus bodegas, os recomiendo coger un ticket que cuesta 9€ y con el cual podréis visitar 3 de las bodegas con más fama que allí se encuentran, bueno más bien se encuentran en Vila Nova de Gaia, al otro lado del río. Tendréis visitas guiadas a las 3 bodegas con una cata final de 2 vinos de Porto de cada casa (aunque en verdad todas trabajan para la misma multinacional, una pena que estos vinos estén en manos foráneas y no en las autóctonas como debería ocurrir con todo). Yo no tuve tiempo a visitar la bodega Ramos Pinto pero por ahí la recomiendan mucho debido al museo de herramientas antiguas que se utilizaron en esta bodega.
Contaros que para la elaboración de los vinos de Porto, la uva se siguen pisando en lagares de piedra, donde continuarán su fermentan durante 2 o 3 días. Pasado este tiempo se interrumpe su fermentación alcohólica con aguardiente vínica con 77% vol. de alcohol, esta aguardiente es insípida, incolora e inodora (pero no recomiendo que la probéis jeje). La función de este aguardiente en un principio fue la de conseguir que el vino llegara a Inglaterra sin estropearse, ya que por aquel entonces Inglaterra era el principal consumidor de este y el largo viaje hacía que muchas barricas se estropearan. Lo que en un principio fue la forma de proteger el vino ahora es la forma de elaboración de estos dulces vinos.
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